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1° Carta de Pedro
Capítulo 
1 |
Ahora, despojados de toda maldad, engaño e hipocresía, de toda envidia y difamación,
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2 |
busquen, como niños recién nacidos, la leche espiritual, no adulterada, para crecer sanos;
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3 |
ya que han gustado qué bueno es el Señor.
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4 |
Él es la piedra viva, rechazada por los hombres, elegida y estimada por Dios; por eso, al acercarse a él,
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5 |
también ustedes, como piedras vivas, participan en la construcción de un templo espiritual y forman un sacerdocio santo, que ofrece sacrificios espirituales, aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
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6 |
Por eso se lee en la Escritura: Miren, yo coloco en Sión una piedra angular, elegida, preciosa: quien se apoya en ella no fracasa.
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7 |
Es preciosa para ustedes que creen; en cambio, para los que no creen, la piedra que rechazaron los arquitectos es ahora la piedra angular
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8 |
y piedra de tropiezo, roca de escándalo. En ella tropiezan los que no creen en la palabra: tal era su destino.
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9 |
Pero ustedes son raza elegida, sacerdocio real, nación santa y pueblo adquirido para que proclame las maravillas del que los llamó de las tinieblas a su maravillosa luz.
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10 |
Los que antes no eran pueblo, ahora son pueblo de Dios; los que antes no habían alcanzado misericordia ahora la han alcanzado.
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Vocación cristiana y ejemplo de Cristo
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11 |
Queridos hermanos, como a huéspedes y forasteros les ruego se mantengan alejados de los malos deseos, que hacen guerra al espíritu.
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12 |
En medio de los paganos procedan honradamente, y así los que los calumnian como malhechores, al presenciar las buenas obras de ustedes, glorificarán a Dios el día de su visita.
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13 |
Por amor al Señor, sométanse a cualquier institución humana: al rey como soberano,
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14 |
a los gobernadores como enviados por él para castigar a los malvados y premiar a los honrados.
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15 |
Tal es la voluntad de Dios, que, haciendo el bien, le tapen la boca a los necios e ignorantes.
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16 |
Como hombres libres, que no usan de la libertad para encubrir la maldad, sino más bien como servidores de Dios,
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17 |
honren a todos, amen a los hermanos, respeten a Dios, honren al rey.
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18 |
Los empleados sométanse a sus patrones con todo respeto, no sólo a los bondadosos y amables, sino también a los de mal genio.
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19 |
Es una gracia soportar, con el pensamiento puesto en Dios, las penas que se sufren injustamente.
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20 |
¿Qué mérito tiene aguantar golpes cuando uno es culpable? Pero si, haciendo el bien, tienen que aguantar sufrimientos, eso es una gracia de Dios.
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21 |
Ésa es su vocación, porque también Cristo padeció por ustedes, dejándoles un ejemplo para que sigan sus huellas.
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22 |
No había pecado ni hubo engaño en su boca;
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23 |
cuando era insultado no respondía con insultos, padeciendo no amenazaba, más bien se encomendaba a Dios, el que juzga con justicia.
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24 |
Él llevó sobre la cruz nuestros pecados cargándolos en su cuerpo, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus cicatrices nos sanaron.
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25 |
Antes andaban como ovejas extraviadas, pero ahora han vuelto al pastor y guardián de sus vidas.
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