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Carta a los Hebreos
Capítulo 
1 |
La fe es la garantía de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve.
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2 |
Por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación.
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3 |
Por la fe comprendemos que el mundo fue formado por la Palabra de Dios, lo visible a partir de lo invisible.
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4 |
Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que el de Caín, por ella lo declararon justo y Dios aprobó sus dones; por ella, aunque muerto, sigue hablando.
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5 |
Por la fe Enoc fue trasladado sin pasar por la muerte, y no lo encontraron porque Dios se lo había llevado; y recibió testimonio que antes de su traslado había agradado a Dios.
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6 |
Sin fe es imposible agradarle. Quien se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.
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7 |
Por la fe recibió Noé aviso de lo que aún no se veía, y cauteloso construyó un arca para que se salvase su familia. La fe de Noé condenó al mundo y él alcanzó la justicia que da la fe.
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8 |
Por fe obedeció Abrahán a la llamada de salir hacia el país que habría de recibir en herencia; y salió sin saber adónde iba.
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9 |
Por fe se trasladó como forastero al país que le habían prometido y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa.
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10 |
Porque esperaba la ciudad construida sobre cimientos cuyo arquitecto y constructor es Dios.
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11 |
Por fe también Sara, aun pasada la edad, recibió vigor para concebir, porque pensó que era fiel el que lo prometía.
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12 |
Así, de uno solo, y ya cercano a la muerte, nació una multitud como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas.
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13 |
Con esa fe murieron todos ésos sin haber recibido lo prometido, aunque viéndolo y saludándolo de lejos y confesándose peregrinos y forasteros en la tierra.
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14 |
Quienes así razonan demuestran que están buscando una patria.
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15 |
Pero si hubieran sentido nostalgia de la que abandonaron, podrían haber vuelto allá.
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16 |
Por el contrario, aspiraban a una mejor, es decir, a la patria celestial. Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios, porque les había preparado una ciudad.
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17 |
Por fe, Abrahán, cuando Dios lo puso a prueba, tomó a Isaac, para ofrecerlo en sacrificio. Ofreció a su hijo único, el que era la garantía de la promesa,
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eso que le habían dicho: Isaac continuará tu descendencia;
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pero pensó que Dios tiene poder para resucitar de la muerte. Y así lo recobró como un símbolo.
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20 |
Por fe, bendijo Isaac el futuro de Jacob y Esaú.
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21 |
Por fe, Jacob moribundo bendijo a los dos hijos de José y se postró apoyándose en el extremo del bastón.
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22 |
Por fe, José, al final de la vida, hizo alusión al éxodo de los israelitas y dio instrucciones acerca de sus restos.
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23 |
Por fe, cuando nació Moisés, sus padres, viendo que era un niño hermoso, y sin temer el decreto real, lo ocultaron tres meses.
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24 |
Por fe, Moisés, ya crecido, renunció al título de hijo de la hija del faraón,
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y antes que el disfrute pasajero del pecado, prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios
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pensando que la humillación de Cristo valía más que los tesoros de Egipto, ya que tenía puestos los ojos en la recompensa que Dios le habría de dar.
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27 |
Por fe, abandonó Egipto sin temer la cólera del rey, porque se aferraba a lo invisible como si fuera visible.
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28 |
Por fe, celebró la Pascua y roció con sangre, para que el destructor no tocase a sus primogénitos.
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29 |
Por fe, los israelitas atravesaron el Mar Rojo como por tierra firme, mientras que los egipcios al intentarlo se ahogaron.
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30 |
Por fe, la muralla de Jericó, tras ser rodeada durante siete días, se derrumbó.
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31 |
Por fe, la prostituta Rajab acogió amistosamente a los espías y no pereció con los rebeldes.
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32 |
¿A qué seguir? Me falta tiempo para contar la historia de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David y Samuel y los profetas;
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33 |
los cuales por fe conquistaron reinos, administraron justicia, vieron cumplidas las promesas, cerraron la boca a leones,
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extinguieron el ardor del fuego, evitaron el filo de la espada, se restablecieron de la enfermedad, fueron valerosos en la guerra, rechazaron ejércitos extranjeros.
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35 |
Algunas mujeres recobraron resucitados a sus maridos. Otros, torturados, rehusaron librarse, prefiriendo una resurrección de más valor.
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Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, de cadenas y cárcel.
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Fueron apedreados, destrozados, pasados a cuchillo; vagaban cubiertos con pieles de cabras y ovejas, necesitados, atribulados, maltratados.
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El mundo no era digno de ellos. Vagaban por desiertos, montañas, grutas y cavernas.
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39 |
Ninguno de ellos, aunque fueron aprobados por la fe que tenían, alcanzó lo prometido,
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40 |
porque Dios nos reservaba un plan mejor: que aquellos no cumplieran su destino sin nosotros.
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