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1° Carta a Timoteo
Capítulo 
1 |
Los que están bajo el yugo de la esclavitud han de considerar a sus amos dignos de todo respeto, para que no se hable mal del nombre de Dios ni de nuestra enseñanza.
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2 |
Los que tienen amos creyentes, no por ser hermanos en la fe deben despreciarlos; antes bien deben servirles mejor, porque los que gozan de sus servicios son creyentes y hermanos amados. Eso es lo que debes de enseñar y recomendar.
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Sigue la polémica contra los falsos doctores
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3 |
Quien enseña otra cosa y no se atiene a las palabras saludables de nuestro Señor Jesucristo y a una enseñanza religiosa,
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4 |
es un vanidoso que no entiende nada, un enfermo de disputas y controversias de palabras. De ahí brotan envidias, discordias, insultos, sospechas malignas,
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5 |
discusiones interminables propias de personas corrompidas mentalmente, ajenas a la verdad, que piensan que la religión es una fuente de riqueza.
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6 |
Y claro está que la religión es una fuente de riqueza para quien sabe contentarse,
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ya que nada trajimos al mundo y nada podremos llevarnos.
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8 |
Contentémonos con tener vestido y alimento.
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9 |
Los que se afanan por enriquecerse caen en tentaciones y trampas y múltiples deseos insensatos y profanos, que precipitan a los hombres en la ruina y la perdición.
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10 |
La raíz de todos los males es la codicia: por entregarse a ella, algunos se alejaron de la fe y se atormentaron con muchos sufrimientos.
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11 |
Tú en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso; busca la justicia, la devoción a Dios, la fe, el amor, la paciencia, la bondad.
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12 |
Pelea el noble combate de la fe. Aférrate a la vida eterna, a la cual te llamaron cuando hiciste tu noble confesión ante muchos testigos.
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13 |
En presencia de Dios, que da vida a todo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con su noble confesión,
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14 |
te encargo que conserves el mandato sin mancha ni tacha, hasta que aparezca nuestro Señor Jesucristo,
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15 |
quien será mostrado a su tiempo por el bienaventurado y único Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores,
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16 |
el único que posee la inmortalidad, el que habita en la luz inaccesible, que ningún hombre ha visto ni puede ver. A él el honor y el poder por siempre. Amén.
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17 |
A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean orgullosos, que pongan su esperanza no en riquezas inciertas, sino en Dios, que nos permite disfrutar abundantemente de todo.
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18 |
Que sean ricos de buenas obras, generosos y solidarios.
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19 |
Así acumularán un buen capital para el futuro y alcanzarán la vida auténtica.
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20 |
Querido Timoteo, conserva el depósito de la fe, evita la charlatanería profana y las objeciones de una mal llamada ciencia.
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