 Volver Carta a los Colosenses
Capítulo 
| 1 |
Por tanto, si han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios,
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piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.
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Porque ustedes están muertos y su vida está escondida con Cristo en Dios.
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| 4 |
Cuando se manifieste Cristo, que es vida de ustedes, entonces también ustedes aparecerán con él, llenos de gloria.
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| 5 |
Por tanto hagan morir en ustedes todo lo terrenal: la inmoralidad sexual, la impureza, la pasión desordenada, los malos deseos y la avaricia, que es una especie de idolatría.
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Por todo eso sobrevino la ira de Dios a los rebeldes.
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Así se comportaban también ustedes en otro tiempo, viviendo desordenadamente.
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Pero ahora dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes.
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| 9 |
No se mientan unos a otros, porque ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus obras
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para revestirse del hombre nuevo, que por el conocimiento se va renovando a imagen de su Creador.
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| 11 |
Por eso ya no tiene importancia ser griego o judío, circunciso o incircunciso, bárbaro o escita, esclavo o libre, sino que Cristo lo es todo para todos.
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| 12 |
Por tanto, como elegidos de Dios, consagrados y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión, de amabilidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
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sopórtense mutuamente; perdónense si alguien tiene queja de otro; el Señor los ha perdonado, hagan ustedes lo mismo.
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Y por encima de todo el amor, que es el broche de la perfección.
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Y que la paz de Cristo dirija sus corazones, esa paz a la que han sido llamados para formar un cuerpo. Finalmente sean agradecidos.
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| 16 |
La Palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza; instrúyanse y anímense unos a otros con toda sabiduría. Con corazón agradecido canten a Dios salmos, himnos y cantos inspirados.
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| 17 |
Todo lo que hagan o digan, háganlo invocando al Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
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Deberes familiares y sociales
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Esposas, hagan caso a sus maridos, como pide el Señor.
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| 19 |
Maridos, amen a sus esposas y no las traten con aspereza.
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Hijos, obedezcan a sus padres en todo, como le agrada al Señor.
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| 21 |
Padres, no hagan enojar a sus hijos, para que no se desanimen.
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| 22 |
Esclavos, obedezcan en todo a sus amos de la tierra, no con obediencia fingida o tratando de agradar, sino con sencillez de corazón y por respeto al Señor.
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| 23 |
Lo que tengan que hacer háganlo de corazón, como sirviendo al Señor y no a hombres;
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convencidos de que el Señor los recompensará dándoles la herencia prometida. Es a Cristo a quien sirven.
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| 25 |
Quien cometa injusticia lo pagará, porque Dios no hace diferencia entre las personas.
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