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Carta a los Efesios
Capítulo 
1 |
Como hijos queridos de Dios, traten de imitarlo.
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2 |
Sigan el camino del amor, a ejemplo de Cristo que los amó hasta entregarse por ustedes a Dios como ofrenda y sacrificio de aroma agradable.
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3 |
En cuanto a la inmoralidad sexual y a cualquier clase de impureza o de codicia, ni se nombre entre ustedes, como corresponde a consagrados;
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4 |
lo mismo digo respecto de las obscenidades, de las estupideces, y de las groserías, porque todas estas cosas están fuera de lugar; lo que deben hacer es alabar a Dios.
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5 |
Pues han de saber que ni el que comete inmoralidades sexuales, ni el impuro o el avaro –que es una forma de idolatría– recibirá una herencia en el reino de Cristo y de Dios.
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6 |
Nadie los engañe con argumentos falsos: estas cosas son, precisamente, las que atraen la ira de Dios sobre los rebeldes.
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7 |
No se hagan cómplices de los que obran así.
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8 |
Porque si en un tiempo eran tinieblas, ahora son luz por el Señor: vivan como hijos de la luz
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9 |
–toda bondad, justicia y verdad es fruto de la luz–.
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10 |
Sepan discernir lo que agrada al Señor.
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11 |
No participen en las obras estériles de las tinieblas, al contrario denúncienlas.
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12 |
Lo que ellos hacen a ocultas da vergüenza decirlo,
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13 |
pero todo esto ha de ser denunciado por la luz hasta que se vuelva claridad
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14 |
y todo lo que está al descubierto recibe el influjo de la luz. Por eso dice: ¡Despierta, tú que duermes, levántate de la muerte, y te iluminará Cristo!
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15 |
Por lo tanto cuiden mucho su comportamiento, no obren como necios, sino como personas sensatas,
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que saben aprovechar bien el momento presente porque corren tiempos malos.
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17 |
Por eso no sean imprudentes, antes bien, procuren entender cuál es la voluntad del Señor.
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18 |
No se embriaguen con vino, que engendra lujuria, más bien llénense de Espíritu.
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19 |
Entre ustedes entonen salmos, himnos y cantos inspirados, cantando y celebrando al Señor de todo corazón,
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dando gracias siempre y por cualquier motivo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.
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21 |
Sométanse los unos a los otros en atención a Cristo.
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22 |
Las mujeres deben respetar a los maridos como al Señor;
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23 |
porque el marido es cabeza de la mujer como Cristo es cabeza y salvador de la Iglesia, que es su cuerpo.
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24 |
Así, como la Iglesia se somete a Cristo, de la misma manera las mujeres deben respetar en todo a los maridos.
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25 |
Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella,
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26 |
para limpiarla con el baño del agua y la palabra, y consagrarla,
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para presentar una Iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante, sino santa e irreprochable.
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28 |
Así tienen los maridos que amar a sus mujeres, como a su cuerpo. Quien ama a su mujer se ama a sí mismo;
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29 |
nadie aborrece a su propio cuerpo, más bien lo alimenta y cuida; así hace Cristo por la Iglesia,
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por nosotros, que somos los miembros de su cuerpo.
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31 |
Por eso abandonará el hombre a su padre y su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.
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32 |
Ese símbolo es magnífico, y yo lo aplico a Cristo y la Iglesia.
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33 |
Del mismo modo ustedes: ame cada uno a su mujer como a sí mismo y la mujer respete a su marido.
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