 Volver 1° Carta a los Corintios
Capítulo 
| 1 |
Pero, ¿no soy libre?, ¿no soy apóstol?, ¿no he visto a Jesús Señor nuestro?, ¿no son ustedes mi obra de apóstol al servicio del Señor?
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| 2 |
Si para otros no soy apóstol, para ustedes lo soy. El sello de mi apostolado para el Señor son ustedes.
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Mi defensa ante los que me juzgan es ésta:
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¿No tenemos derecho a comer y beber?,
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¿no tenemos derecho a hacernos acompañar de una esposa cristiana como los demás apóstoles, los hermanos del Señor y Cefas?,
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¿o somos Bernabé y yo los únicos que no tenemos derecho a dejar de lado otros trabajos?
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| 7 |
¿Quién ha servido como soldado pagando sus propios gastos?, ¿quién planta una viña y no come sus frutos?, ¿quién cuida de un rebaño y no se alimenta de su leche?
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| 8 |
Mi argumento no es puramente humano, también la ley lo dice;
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en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Acaso se ocupa Dios de los bueyes?,
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¿no lo dice más bien para nosotros? Así es, por nosotros está escrito, porque el que ara tiene que arar con esperanza y el trillador, debe hacerlo con la esperanza de cosechar.
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| 11 |
Si nosotros sembramos en ustedes lo espiritual, ¿será excesivo que cosechemos algo material?
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Si otros disfrutan de ese derecho sobre ustedes, ¿por qué no lo vamos a tener nosotros?
Sin embargo, no hicimos uso de tal derecho, antes bien aguantamos todo para no poner obstáculos a la Buena Noticia de Cristo.
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| 13 |
¿No saben que los ministros del culto comen de los dones del templo y los que atienden al altar participan de los dones del altar?
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| 14 |
Del mismo modo el Señor dispuso que los que anuncian la Buena Noticia vivan de su predicación.
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Pero yo no he usado ninguno de esos derechos, y no lo escribo ahora para que me los reconozcan –¡más me valdría morir!–: nadie me quitará esta gloria.
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| 16 |
Anunciar la Buena Noticia no es para mí motivo de orgullo, sino una obligación a la que no puedo renunciar. ¡Ay de mí si no anuncio la Buena Noticia!
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| 17 |
Si lo hiciera por propia iniciativa, recibiría mi salario; pero si no lo hago por propia voluntad, es que me han confiado una administración.
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¿Cuál será, entonces, mi salario? Anunciar gratuitamente la Buena Noticia sin hacer uso del derecho que su anuncio me confiere.
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| 19 |
Siendo del todo libre, me hice esclavo de todos para ganar al mayor número posible.
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| 20 |
Con los judíos me hice judío para ganar a los judíos; me sometí a la ley con los que están sometidos a ella, como si yo lo estuviera, aunque no lo estoy, para ganar a los sometidos a la ley.
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| 21 |
Con los que no tienen ley, yo, que no rechazo la ley de Dios, porque estoy sometido a la ley de Cristo, me hice como uno de ellos para ganar a los que no tienen ley.
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| 22 |
Me hice débil con los débiles para ganar a los débiles. Me hice todo a todos para salvar por lo menos a algunos.
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| 23 |
Y todo lo hago por la Buena Noticia, para participar de ella.
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| 24 |
¿No saben que en el estadio todos corren, pero uno solo recibe el premio? Corran entonces para conseguirlo.
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| 25 |
Los que compiten se controlan en todo; y ellos lo hacen para ganar una corona corruptible, nosotros una incorruptible.
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| 26 |
Por mi parte, yo corro, pero no sin conocer el rumbo; lucho, pero no dando golpes al aire.
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| 27 |
Sino que entreno mi cuerpo y lo someto, no sea que, después de predicar a los otros, quede yo descalificado.
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