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1° Carta a los Corintios
Capítulo 
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Inmadurez de los corintios
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1 |
Yo, hermanos, no pude hablarles como a hombres espirituales, sino como a hombres simples, como a niños en la vida cristiana.
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2 |
Les di de beber leche y no alimento sólido, porque aún no podían tolerarlo; como tampoco ahora,
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3 |
dado que aún los guía el instinto. Si entre ustedes hay envidias y discordias, ¿no indican que todavía se dejan guiar por el instinto y por criterios humanos en su conducta?
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4 |
Cuando uno dice: yo soy de Pablo, y otro: yo soy de Apolo, ¿acaso no se comportan como cualquier hombre?
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5 |
¿Quién es Apolo?, ¿quién es Pablo? Ministros de la fe, cada uno según el don de Dios.
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6 |
Yo planté, Apolo regó, pero era Dios quien hacía crecer.
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7 |
De manera que ni el que planta ni el que riega son nada, sino Dios que hace crecer.
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8 |
El que planta y el que riega trabajan en lo mismo; cada uno recibirá su salario según su trabajo.
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9 |
Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.
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10 |
Según el don que Dios me ha dado, como arquitecto experto puse el cimiento; otro sigue construyendo. Que cada uno se fije en cómo construye.
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11 |
Nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, que es Jesucristo.
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12 |
Sobre ese cimiento uno coloca oro, otro plata, piedras preciosas, madera, hierba, paja.
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13 |
La obra de cada uno se verá claramente en el día del juicio porque ese día vendrá con fuego, y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno.
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14 |
Si la obra que construyó resiste, recibirá su salario.
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15 |
Si la obra se quema, será castigado, aunque se salvará como quien escapa del fuego.
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16 |
¿No saben que son santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
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17 |
Si alguien destruye el santuario de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el santuario de Dios, que son ustedes, es sagrado.
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18 |
Que nadie se engañe: si uno se considera sabio en las cosas de este mundo, vuélvase loco para llegar a sabio;
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19 |
porque la sabiduría de este mundo es locura para Dios, como está escrito: Él sorprende a los sabios con su misma astucia,
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20 |
y también: El Señor conoce los razonamientos de los sabios y sabe que son vanos.
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21 |
En consecuencia que nadie se gloríe de los hombres. Todo es de ustedes:
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22 |
Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida y la muerte, el presente y el futuro. Todo es de ustedes,
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23 |
ustedes son de Cristo, Cristo es de Dios.
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