 Volver
Carta a los Romanos
Capítulo 
1 |
Les voy a hablar sinceramente, como cristiano, sin mentir; y el Espíritu Santo confirma el testimonio de mi conciencia.
|
2 |
Siento una pena muy grande, un dolor incesante en el alma:
|
3 |
hasta desearía ser aborrecido de Dios y separado de Cristo si así pudiera favorecer a mis hermanos, los de mi linaje.
|
4 |
Ellos son israelitas, adoptados como hijos de Dios, tienen su presencia, las alianzas, la ley, el culto, las promesas,
|
5 |
los patriarcas; de su linaje carnal desciende Cristo, Dios bendito por siempre, que está sobre todo. Amén.
|
6 |
No es que haya fallado la promesa de Dios. Porque no todos los que descienden de Israel son israelitas;
|
7 |
ni todos los descendientes de Abrahán son verdaderamente sus hijos; sino que Dios había dicho: De Isaac nacerá tu descendencia.
|
8 |
Es decir, que los hijos de Dios no son los hijos carnales, sino la verdadera descendencia son los hijos de la promesa.
|
9 |
La promesa dice así: Para esta misma fecha volveré y Sara tendrá un hijo.
|
10 |
Más aún, también Rebeca concibió dos hijos de un solo hombre, de Isaac nuestro patriarca.
|
11 |
Antes de que nacieran, antes que hicieran nada bueno o malo –para que el designio elegido por Dios se cumpliera,
|
12 |
no por las obras, sino por la elección–, recibió Rebeca un oráculo: el mayor servirá al menor.
|
13 |
Y así está escrito: Amé a Jacob, rechacé a Esaú.
|
14 |
¿Qué diremos? ¿Que Dios es injusto? ¡De ningún modo!
|
15 |
A Moisés le dice: Yo me apiado de quien quiero, me compadezco de quien quiero.
|
16 |
O sea, que no depende del querer o del esfuerzo del hombre, sino de la misericordia de Dios.
|
17 |
El texto de la Escritura le dice al Faraón: Para esto te he exaltado, para mostrar en ti mi poder y para que se difunda mi fama por toda la tierra.
|
18 |
O sea que Dios se apiada del que quiere, y endurece al que él quiere.
|
19 |
Objetarás: ¿Por qué, entonces se queja Dios, si nadie puede oponerse a su decisión?
|
20 |
Y tú, hombre, ¿quién eres para replicar a Dios? ¿Puede la obra reclamar al artesano por qué la hace así?
|
21 |
¿No tiene el alfarero libertad para hacer de la misma arcilla un objeto precioso y otro sin valor?
|
22 |
Si Dios quería dar un ejemplo de castigo y manifestar su poder aguantando con mucha paciencia a aquellos que merecían el castigo y estaban destinados a la destrucción;
|
23 |
y si al mismo tiempo quiso manifestar también la riqueza de su gloria en los que recibieron su misericordia, en los que él predestinó para la gloria,
|
24 |
en nosotros, a quienes llamó, no sólo entre los judíos, sino también entre los paganos. ¿Qué podemos reprocharle?
|
25 |
Como dice Oseas: Al que no era mi pueblo, lo llamaré Pueblo mío, y a la que no era mi amada, Amada mía;
|
26 |
y donde antes les decía: No son mi pueblo, allí mismo serán llamados hijos del Dios vivo.
|
27 |
Acerca de Israel, Isaías proclama: Aunque los israelitas fueran numerosos como la arena del mar, sólo un resto se salvará.
|
28 |
El Señor va a ejecutar en el país la destrucción decretada.
|
29 |
El mismo Isaías predice: Si el Señor Todopoderoso no nos hubiera dejado un resto, seríamos como Sodoma, semejantes a Gomorra.
|
30 |
Entonces, ¿qué diremos? Que los paganos, que no buscaban la justicia, la alcanzaron; se entiende, la justicia por la fe.
|
31 |
En cambio Israel, que buscaba una ley de justicia, no la alcanzó.
|
32 |
¿Por qué? Porque la buscaban por las obras y no por la fe; y así tropezaron en la piedra de tropiezo,
|
33 |
según lo escrito: Pondré en Sión una piedra de tropiezo, una roca que hace caer; y también: Quien se apoye en ella no fracasará.
|
|
 Volver
|