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Carta a los Romanos
Capítulo 
1 |
Pregunto: ¿ha rechazado Dios a su pueblo? ¡De ningún modo! Yo también soy israelita, descendiente de Abrahán, de la tribu de Benjamín.
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2 |
Dios no ha rechazado al pueblo que había elegido. Ustedes conocen lo que cuenta la Escritura de Elías, cómo suplicó a Dios contra Israel:
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3 |
Señor, han matado a tus profetas, han demolido tus altares; quedo yo solo, y me buscan para matarme.
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4 |
¿Qué le responde el oráculo? Me he reservado siete mil hombres que no han doblado la rodilla a Baal.
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5 |
Del mismo modo, hoy queda un resto, por elección gratuita.
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6 |
Ahora bien, si es gratuita, no se debe a las obras, porque entonces no sería gratuita.
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7 |
¿Qué conclusión sacaremos de esto? Lo que Israel buscaba no lo alcanzó, aunque los elegidos lo alcanzaron. Los demás se endurecieron,
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como está escrito: Dios les dio un espíritu insensible, ojos que no ven, oídos que no oyen, hasta el día de hoy.
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9 |
Y David añade: Que su mesa se vuelva una trampa, una red, un tropiezo, un castigo;
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que sus ojos se nublen y no vean, que su espalda siempre se encorve.
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11 |
Pregunto: ¿tropezaron hasta sucumbir? ¡De ningún modo! Sólo que su tropiezo ha provocado la salvación de los paganos, despertando a su vez los celos de Israel.
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12 |
Ahora bien, si su tropiezo representa una riqueza para el mundo, si su ruina representa la riqueza de los paganos, cuánto más lo será su conversión en masa.
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13 |
Ahora me dirijo a ustedes, los paganos: Dado que soy apóstol de los paganos, hago honor a mi ministerio,
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para dar celos a mis hermanos de raza y salvar así a algunos.
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15 |
Porque, si su rechazo ha significado la reconciliación del mundo, ¿qué será su aceptación, sino una especie de resurrección?
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16 |
Si la primicia está consagrada, también lo está toda la masa; si la raíz es santa, también lo son las ramas.
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17 |
Si algunas ramas han sido cortadas, y tú, que eres un olivo silvestre, fuiste injertado en su lugar y has participado de la raíz y la savia del olivo,
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no te consideres superior a las otras ramas. Si lo haces, recuerda que no eres tú quien mantiene a la raíz, sino la raíz a ti.
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19 |
Me dirás: cortaron unas ramas para injertarme a mí.
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20 |
De acuerdo: a ellos los cortaron por no creer; tú, en cambio, estás firme gracias a la fe. Pero, en vez de llenarte de orgullo, teme.
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21 |
Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco te perdonará a ti.
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22 |
Mira más bien la bondad y la severidad de Dios: con los que cayeron, Dios es severo; contigo, es bueno, siempre que te mantengas en el ámbito de la bondad; porque también a ti te pueden cortar.
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23 |
Y si ellos no persisten en la incredulidad, serán injertados. Porque Dios tiene poder para volver a injertarlos.
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24 |
Si tú, siendo olivo silvestre por naturaleza, fuiste cortado y, contra tu naturaleza, fuiste injertado en el olivo, cuánto más ellos que son las ramas naturales serán injertadas en su propio olivo.
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25 |
Quiero, hermanos, que no ignoren este secreto, para que no se tengan por sabios: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que la totalidad de los paganos se incorpore.
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26 |
Entonces todo Israel se salvará, según lo escrito: De Sión saldrá el liberador para alejar los crímenes de Jacob.
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27 |
Y ésta será mi alianza con ellos cuando perdone sus pecados.
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28 |
En cuanto a la Buena Noticia ellos son enemigos de Dios, y esto ocurre para bien de ustedes; pero desde el punto de vista de la elección son amados, en atención a los patriarcas.
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29 |
Porque los dones y la llamada de Dios son irrevocables.
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30 |
En efecto, ustedes antes eran enemigos de Dios, y ahora, por la desobediencia de ellos, han alcanzado misericordia,
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31 |
de la misma manera ahora que ustedes han alcanzado misericordia ellos desobedecen, pero un día también ellos alcanzarán misericordia.
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32 |
Porque Dios ha encerrado a todos en la desobediencia para apiadarse de todos.
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33 |
¡Qué profunda es la riqueza, la sabiduría y prudencia de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones, qué incomprensibles sus caminos!
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34 |
¿Quién conoce la mente de Dios? ¿Quién fue su consejero?
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35 |
¿Quién le dio primero para recibir en cambio?
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36 |
De él, por él, para él existe todo. A él la gloria por los siglos. Amén.
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