 Volver
Juan
Capítulo 
1 |
Les aseguro: el que no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino saltando por otra parte, es un ladrón y asaltante.
|
2 |
El que entra por la puerta es el pastor del rebaño.
|
3 |
El cuidador le abre, las ovejas oyen su voz, él llama a las suyas por su nombre y las saca.
|
4 |
Cuando ha sacado a todas las suyas, camina delante de ellas y ellas le siguen; porque reconocen su voz.
|
5 |
A un extraño no le siguen, sino que escapan de él, porque no reconocen la voz de los extraños.
|
6 |
Ésta es la parábola que Jesús les propuso, pero ellos no entendieron a qué se refería.
|
7 |
Entonces, les habló otra vez: —Les aseguro que Yo soy la puerta del rebaño.
|
8 |
Todos los que vinieron antes de mí eran ladrones y asaltantes; pero las ovejas no los escucharon.
|
9 |
Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará; podrá entrar y salir y encontrar pastos.
|
10 |
El ladrón no viene más que a robar, matar y destrozar. Yo vine para que tengan vida, y la tengan en abundancia.
|
11 |
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
|
12 |
El asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, escapa abandonando las ovejas, y el lobo las arrebata y dispersa.
|
13 |
Como es asalariado no le importan las ovejas.
|
14 |
Yo soy el buen pastor: conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí,
|
15 |
como el Padre me conoce y yo conozco al Padre; y doy la vida por las ovejas.
|
16 |
Tengo otras ovejas que no pertenecen a este corral; a ésas tengo que guiarlas para que escuchen mi voz y se forme un solo rebaño con un solo pastor.
|
17 |
Por eso me ama el Padre, porque doy la vida, para después recobrarla.
|
18 |
Nadie me la quita, yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y para después recobrarla. Éste es el encargo que he recibido del Padre.
|
19 |
Estas palabras provocaron una nueva división entre los judíos.
|
20 |
Muchos decían: —Está endemoniado y loco, ¿por qué lo escuchan?
|
21 |
Otros decían: —Esas palabras no son de un endemoniado. ¿Puede un endemoniado abrir los ojos a los ciegos?
|
|
En la fiesta de la Dedicación
|
22 |
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación y era invierno.
|
23 |
Jesús paseaba en el templo, en el pórtico de Salomón.
|
24 |
Lo rodearon los judíos y le preguntaron: —¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo claramente.
|
25 |
Jesús les contestó: —Ya lo he dicho y no creen. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí.
|
26 |
Pero ustedes no creen porque no son de mis ovejas.
|
27 |
Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen;
|
28 |
yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrancará de mi mano.
|
29 |
Mi Padre que me las ha dado es más que todos y nadie puede arrancar nada de las manos de mi Padre.
|
30 |
El Padre y yo somos uno.
|
31 |
Los judíos tomaron piedras para apedrearlo.
|
32 |
Jesús les dijo: —Por encargo del Padre les hice ver muchas obras buenas: ¿por cuál de ellas me apedrean?
|
33 |
Le contestaron los judíos: —Por ninguna obra buena te apedreamos, sino por la blasfemia, porque siendo hombre te haces Dios.
|
34 |
Jesús les contestó: —¿No está escrito en la ley de ustedes: Yo les digo: son dioses?
|
35 |
Si la ley llama dioses a aquéllos a quienes se dirigió la Palabra de Dios, y la Escritura no puede fallar,
|
36 |
¿cómo dicen: Tú blasfemas al que el Padre consagró y envió al mundo, porque dijo que es Hijo de Dios?
|
37 |
Si no hago las obras de mi Padre, no me crean.
|
38 |
Pero si las hago, crean en las obras aunque no me crean a mí, así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre.
|
39 |
Entonces intentaron arrestarlo de nuevo, pero él se les escapó de las manos.
|
40 |
Pasó de nuevo a la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba en otro tiempo, y se quedó allí.
|
41 |
Acudieron muchos a él y decían: —Aunque Juan no hizo señal alguna, todo lo que dijo de éste era verdad.
|
42 |
Y allí, muchos creyeron en él.
|
|
 Volver
|