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Lucas
Capítulo 
1 |
Levantando la vista observó a unos ricos que depositaban sus donativos en el arca del templo.
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2 |
Observó también, a una viuda pobre que ponía unas moneditas;
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3 |
dijo: —Les aseguro que esa pobre viuda ha puesto más que todos.
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4 |
Porque todos ésos han depositado donativos de lo que les sobraba; pero ella en su pobreza, ha puesto cuanto tenía para vivir.
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Sobre la destrucción del templo
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5 |
A unos que elogiaban las hermosas piedras del templo y la belleza de su ornamentación les dijo:
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6 |
—Llegará un día en que todo lo que ustedes contemplan será derribado sin dejar piedra sobre piedra.
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7 |
Le preguntaron: —Maestro, ¿cuándo sucederá eso y cuál es la señal de que está para suceder?
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8 |
Respondió: —¡Cuidado, no se dejen engañar! Porque muchos se presentarán en mi nombre diciendo: Yo soy; ha llegado la hora. No vayan tras ellos.
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9 |
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se asusten. Primero ha de suceder todo eso; pero el fin no llega en seguida.
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10 |
Entonces les dijo: —Se alzará pueblo contra pueblo, reino contra reino;
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11 |
habrá grandes terremotos, en diversas regiones habrá hambres y pestes, y en el cielo señales grandes y terribles.
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12 |
Pero antes de todo eso los detendrán, los perseguirán, los llevarán a las sinagogas y las cárceles, los conducirán ante reyes y magistrados a causa de mi nombre,
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13 |
y así tendrán la oportunidad de dar testimonio de mí.
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14 |
Háganse el propósito de no preparar su defensa;
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15 |
yo les daré una elocuencia y una prudencia que ningún adversario podrá resistir ni refutar.
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16 |
Hasta sus padres y hermanos, parientes y amigos los entregarán y algunos de ustedes serán ajusticiados;
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17 |
y todos los odiarán a causa de mi nombre.
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18 |
Sin embargo no se perderá ni un pelo de su cabeza.
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19 |
Gracias a la constancia salvarán sus vidas.
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(Mt 24,15-21; Mc 13,14-19)
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20 |
Cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que está cercana su destrucción.
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21 |
Entonces los que estén en Judea escapen a los montes; los que estén dentro de la ciudad salgan al campo; los que estén en el campo no vuelvan a la ciudad.
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22 |
Porque es el día de la venganza, cuando se cumplirá todo lo que está escrito.
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23 |
¡Ay de las embarazadas y de las que tengan niños de pecho aquel día! Sobre el país vendrá una gran desgracia y sobre este pueblo soplará la ira de Dios.
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24 |
Caerán a filo de espada y serán llevados prisioneros a todos los países. Jerusalén será pisoteada por paganos, hasta que la época de los paganos se termine.
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(Mt 24,29-35; Mc 13,24-26)
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25 |
Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra se angustiarán los pueblos, desconcertados por el estruendo del mar y del oleaje.
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26 |
Los hombres desfallecerán de miedo, aguardando lo que le va a suceder al mundo; porque hasta las fuerzas del universo se tambalearán.
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27 |
Entonces verán al Hijo del Hombre que llega en una nube con gran poder y gloria.
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28 |
Cuando comience a suceder todo eso, enderécense y levanten la cabeza, porque ha llegado el día de su liberación.
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29 |
Y les añadió una parábola: —Observen la higuera y los demás árboles:
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30 |
cuando echan brotes, se dan cuenta de que el verano está cerca.
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31 |
Igual ustedes, cuando vean que sucede eso, sepan que se acerca el reino de Dios.
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32 |
Les aseguro que no pasará esta generación antes de que suceda todo eso.
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33 |
Cielo y tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán.
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34 |
Presten atención, no se dejen aturdir con el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que aquel día no los sorprenda de repente,
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35 |
porque caerá como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
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36 |
Estén despiertos y oren incesantemente, pidiendo poder escapar de cuanto va a suceder, así podrán presentarse seguros ante el Hijo del Hombre.
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37 |
De día enseñaba en el templo; de noche salía y se quedaba en el monte de los Olivos.
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38 |
Y todo el pueblo madrugaba para escucharlo en el templo.
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