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Lucas
Capítulo 
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Exhortación al arrepentimiento
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1 |
En aquella ocasión se presentaron algunos a informarle acerca de unos galileos cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios.
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2 |
Él contestó: —¿Piensan que aquellos galileos, sufrieron todo eso porque eran más pecadores que los demás galileos?
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3 |
Les digo que no; y si ustedes no se arrepienten, acabarán como ellos.
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4 |
¿O creen que aquellos dieciocho sobre los cuales se derrumbó la torre de Siloé y los mató, eran más culpables que el resto de los habitantes de Jerusalén?
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5 |
Les digo que no; y si ustedes no se arrepienten acabarán como ellos.
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6 |
Y les propuso la siguiente parábola: —Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar fruto en ella y no lo encontró.
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7 |
Dijo al viñador: —Hace tres años que vengo a buscar fruta en esta higuera y nunca encuentro nada. Córtala, que encima está malgastando la tierra.
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8 |
Él le contestó: —Señor, déjala todavía este año; cavaré alrededor y la abonaré,
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9 |
a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás.
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Sana a una mujer encorvada
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10 |
Un sábado estaba enseñando en una sinagoga,
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11 |
cuando se presentó una mujer que llevaba dieciocho años padeciendo enfermedad por un espíritu. Andaba encorvada, sin poder enderezarse completamente.
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12 |
Jesús, al verla, la llamó y le dijo: —Mujer, quedas libre de tu enfermedad.
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13 |
Le impuso las manos y al punto se enderezó y daba gloria a Dios.
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14 |
El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en sábado, intervino para decir a la gente: —Hay seis días en que se debe trabajar: Vengan a hacerse sanar esos días y no en sábado.
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15 |
El Señor le respondió: —¡Hipócritas! Cualquiera de ustedes, aunque sea sábado, ¿no suelta al buey o al asno del pesebre para llevarlo a beber?
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16 |
Y a esta hija de Abrahán, a quién Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarle las ataduras en sábado?
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17 |
Cuando decía esto, sus adversarios se sentían confundidos, mientras que la gente se alegraba de las maravillas que realizaba.
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Parábola de la semilla de mostaza
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18 |
Les decía: —¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé?
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19 |
Se parece a una semilla de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; crece, se hace un arbusto y las aves anidan en sus ramas.
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20 |
Añadió: —¿A qué compararé el reino de Dios?
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21 |
Se parece a la levadura que una mujer toma y mezcla con tres medidas de masa, hasta que todo fermenta.
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22 |
Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos mientras se dirigía a Jerusalén.
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23 |
Uno le preguntó: —Señor, ¿son pocos los que se salvan? Les contestó:
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24 |
—Procuren entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
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25 |
Apenas se levante el dueño de casa y cierre la puerta, ustedes desde afuera se pondrán a golpear diciendo: Señor, ábrenos. Él les contestará: No sé de dónde son ustedes.
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26 |
Entonces dirán: Hemos comido y bebido contigo, en nuestras calles enseñaste.
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27 |
Él responderá: les digo que no sé de dónde son ustedes. Apártense de mí, malhechores.
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28 |
Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando vean a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras ustedes sean expulsados.
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29 |
Vendrán de oriente y occidente, del norte y el sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
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30 |
Porque, hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos.
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Lamentación por Jerusalén
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31 |
En aquel momento se acercaron unos fariseos a decirle: —Sal y retírate de aquí, porque Herodes intenta matarte.
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32 |
Jesús les contestó: —Vayan a decir a ese zorro: mira, hoy y mañana expulso demonios y realizo sanaciones; pasado mañana terminaré.
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33 |
Con todo, hoy y mañana y pasado tengo que seguir mi viaje, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.
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34 |
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los enviados, cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina reúne a los pollitos bajo sus alas; y tú no quisiste!
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35 |
Por eso, la casa de ustedes quedará desierta. Les digo que no me verán hasta el momento en que digan: Bendito el que viene en nombre del Señor.
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