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Lucas




Capítulo

Contra la hipocresía

(Mt 16,6; Mc 8,15)
1 Entre tanto, miles de personas se agolpaban pisándose unos a otros. Él se dirigió primero a los discípulos:
—Cuídense de la levadura –o sea, de la hipocresía– de los fariseos.

(Mt 10,26s)
2 Nada hay encubierto que no se descubra, nada oculto que no se divulgue.
3 Porque lo que digan de noche se escuchará en pleno día; lo que digan al oído en el sótano se proclamará desde las azoteas.

Exhortación al valor

(Mt 10,28-31)
4 A ustedes mis amigos les digo que no teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más.
5 Yo les indicaré a quién deben temer: teman al que después de matar tiene poder para arrojar al infierno.
Sí, les repito, teman a ése.
6 ¿No se venden cinco gorriones por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos.
7 En cuanto a ustedes hasta los pelos de su cabeza están todos contados. No tengan miedo, que ustedes valen más que muchos gorriones.

Opción por Jesús

(Mt 10,32s)
8 Les aseguro que a quien me reconozca abiertamente ante los hombres, el Hijo del Hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios.
9 Pero a quien me niegue ante los hombres, lo negará ante los ángeles de Dios.
10 Al que diga una palabra contra el Hijo del Hombre se le perdonará; al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.
11 Cuando los conduzcan a las sinagogas, ante los jefes o autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir;
12 el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que hay que decir.

Contra la ambición

13 Uno de la gente dijo:
—Maestro, dile a mi hermano que reparta la herencia conmigo.
14 Jesús le respondió:
—Amigo, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?
15 Y les dijo:
—¡Estén atentos y cuídense de cualquier codicia, que, por más rico que uno sea, la vida no depende de los bienes!
16 Y les propuso una parábola:
—Las tierras de un hombre dieron una gran cosecha.
17 Él se dijo: ¿qué haré, si no tengo dónde guardar toda la cosecha?
18 Y dijo: Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros mayores en los cuales meteré mi trigo y mis bienes.
19 Después me diré: Querido amigo, tienes acumulados muchos bienes para muchos años; descansa, come, bebe y disfruta.
20 Pero Dios le dijo: ¡Necio, esta noche te reclamarán la vida! Lo que has preparado, ¿para quién será?
21 Así le pasa al que acumula tesoros para sí y no es rico a los ojos de Dios.

Confianza en Dios

(Mt 6,25-33)
22 A sus discípulos les dijo:
—Por eso les digo que no anden angustiados por la comida para conservar la vida o por la ropa para cubrir el cuerpo.
23 La vida vale más que la comida y el cuerpo más que la ropa.
24 Miren a los cuervos: no siembran ni cosechan, no tienen graneros ni despensas, y Dios los alimenta. Cuánto más valen ustedes que las aves.
25 ¿Quién de ustedes puede, por mucho que se inquiete, prolongar su vida un poco?
26 Si no tienen poder en lo más pequeño, ¿por qué se preocupan de lo demás?
27 Miren cómo crecen los lirios, sin trabajar ni hilar. Les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
28 Pues si a la hierba del campo, que hoy crece y mañana la echan al horno, Dios la viste así, ¡cuánto más a ustedes, hombres de poca fe!
29 No anden buscando qué comer o qué beber; no se angustien.
30 Todo eso son cosas que busca la gente del mundo. En cuanto a ustedes el Padre sabe que las necesitan.
31 Basta que busquen su reino y lo demás lo recibirán por añadidura.

El verdadero tesoro

32 No temas, pequeño rebaño, que el Padre de ustedes ha decidido darles el reino.

(Mt 6,19-21)
33 Vendan sus bienes y den limosna. Consigan bolsas que no se rompan, un tesoro inagotable en el cielo, donde los ladrones no llegan ni los roe la polilla.
34 Porque donde está el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón.

Vigilancia

(cfr. Mt 25,1-13)
35 Tengan la ropa puesta y las lámparas encendidas.
36 Sean como aquellos que esperan que el amo vuelva de una boda, para abrirle en cuanto llegue y llame.
37 Dichosos los sirvientes a quienes el amo, al llegar, los encuentre despiertos: les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentarse a la mesa y les irá sirviendo.
38 Y si llega a medianoche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.

(Mt 24,43s)
39 Entiendan bien esto, si el dueño de casa supiera a qué hora iba a llegar el ladrón, no le dejaría abrir un boquete en su casa.
40 Ustedes también estén preparados, porque cuando menos lo piensen llegará el Hijo del Hombre.

(Mt 24,45-51; cfr. Mc 13,33-37)
41 Pedro le preguntó:
—Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?
42 El Señor contestó:
—¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su personal, para que les reparta las raciones de comida a su tiempo?
43 Dichoso aquel sirviente a quien su señor, al llegar, lo encuentre actuando así.
44 Les aseguro que le encomendará administrar todos sus bienes.
45 Pero si aquel sirviente, pensando que su señor tarda en llegar, se pone a pegar a los muchachos y muchachas, a comer y beber y emborracharse,
46 llegará el señor de aquel sirviente el día y la hora menos esperados, lo castigará y lo tratará como a los traidores.
47 Aquel sirviente que, conociendo la voluntad de su señor, no prepara las cosas ni cumple lo mandado, recibirá un castigo severo;
48 pero aquel que sin saberlo, cometa acciones dignas de castigo, será castigado con menos severidad. A quien mucho se le dio mucho se le pedirá; a quien mucho se le confió mucho más se le exigirá.

Radicalidad del seguimiento

49 Vine a traer fuego a la tierra, y, ¡cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
50 Tengo que pasar por un bautismo, y, ¡qué angustia siento hasta que esto se haya cumplido!

(cfr. Mt 10,34-36)
51 ¿Piensan que vine a traer paz a la tierra? No he venido a traer la paz sino la división.
52 En adelante en una familia de cinco habrá división: tres contra dos, dos contra tres.
53 Se opondrán padre a hijo e hijo a padre, madre a hija e hija a madre, suegra a nuera y nuera a suegra.

Las señales del tiempo

(cfr. Mt 16,2s)
54 A la multitud le dijo:
—Cuando ven levantarse una nube en oriente, enseguida dicen que lloverá, y así sucede.
55 Cuando sopla el viento sur, dicen que hará calor, y así sucede.
56 ¡Hipócritas! Saben interpretar el aspecto de la tierra y el cielo, ¿cómo pues no saben interpretar el momento presente?

Llegar a acuerdos

(Mt 5,25s)
57 ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?
58 Cuando acudas con tu rival al juez, procura lograr un arreglo con él mientras vas de camino; no sea que te arrastre hasta el juez, el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
59 Te digo que no saldrás de allí hasta haber pagado el último centavo.



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