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Marcos
Capítulo 
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Sobre la destrucción del Templo
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1 |
Cuando salía del templo, le dijo uno de sus discípulos: —Maestro, mira qué piedras y qué construcciones.
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2 |
Jesús le contestó: —¿Ven esos grandes edificios? Pues se derrumbarán sin que quede piedra sobre piedra.
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3 |
Estaba sentado en el monte de los Olivos, enfrente del templo. Pedro y Santiago, Juan y Andrés le preguntaron aparte:
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4 |
—¿Cuándo sucederá todo eso? ¿Cuál es la señal de que todo está para acabarse?
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5 |
Jesús empezó a decirles: —¡Cuidado, que nadie los engañe!
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6 |
Se presentarán muchos en mi nombre diciendo: Soy yo, y engañarán a muchos.
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7 |
Cuando oigan ruido de guerras y noticias de ellas, no se alarmen. Todo eso ha de suceder, pero todavía no es el final.
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8 |
Porque se alzará pueblo contra pueblo, reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares, habrá carestías. Es el comienzo de los dolores de parto.
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9 |
Ocúpense de ustedes mismos. Los entregarán a los tribunales, los apalearán en las sinagogas, y por mi causa comparecerán ante magistrados y reyes para dar testimonio ante ellos.
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10 |
Pero antes se ha de anunciar en todas las naciones la Buena Noticia.
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11 |
Cuando los conduzcan para entregarlos, no se preocupen por lo que tendrán que decir; lo que Dios les inspire en aquel momento es lo que dirán. Porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo.
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12 |
Un hermano entregará a su hermano a la muerte, un padre a su hijo; se levantarán hijos contra padres y les darán muerte.
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13 |
Serán odiados por todos a causa de mi nombre. Pero el que aguante hasta el final se salvará.
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(Mt 24,15-22; Lc 21,20-24)
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14 |
Cuando vean el ídolo abominable instalado donde no debe –el lector que lo entienda–, entonces los que viven en Judea que escapen a los montes.
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15 |
El que esté en la azotea no baje ni entre en casa a recoger algo;
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16 |
el que se encuentre en el campo no vuelva a buscar el manto.
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17 |
¡Ay de las embarazadas y de las que tengan niños de pecho en aquellos días!
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18 |
Recen para que no suceda en invierno.
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19 |
Aquellos días habrá una tribulación tan grande como no la hubo desde que Dios creó el mundo hasta ahora, ni la habrá en el futuro.
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20 |
Y si el Señor no abreviara aquella etapa, no se salvaría ni uno. Pero, acortará esos días a causa de los que quiere salvar.
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21 |
Entonces, si alguien les dice que el Mesías está aquí o allí, no le crean.
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22 |
Porque surgirán falsos mesías y falsos profetas, que harán milagros y prodigios, hasta el punto de engañar, si fuera posible, a los elegidos.
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23 |
Ustedes estén atentos, que yo los he prevenido de todo.
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(Mt 24,29-31; Lc 21,25-28)
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24 |
En aquellos días, después de esa tribulación el sol se oscurecerá, la luna no irradiará su resplandor,
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25 |
las estrellas caerán del cielo y los ejércitos celestes temblarán.
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26 |
Entonces verán llegar al Hijo del Hombre entre nubes, con gran poder y gloria.
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27 |
Y enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos desde los cuatros vientos, de un extremo de la tierra a un extremo del cielo.
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(Mt 24,32-35; Lc 21,29-33)
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28 |
Aprendan del ejemplo de la higuera: cuando las ramas se ablandan y brotan las hojas, saben que está cerca la primavera.
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29 |
Lo mismo ustedes, cuando vean suceder aquello, sepan que el fin está cerca, a las puertas.
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30 |
Les aseguro que no pasará esta generación antes de que suceda todo eso.
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31 |
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
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32 |
En cuanto al día y la hora, no los conoce nadie, ni los ángeles en el cielo, ni el hijo; sólo los conoce el Padre.
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33 |
¡Estén atentos y despiertos, porque no conocen el día ni la hora!
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34 |
Será como un hombre que se va de su casa y se la encarga a sus sirvientes, distribuye las tareas, y al portero le encarga que vigile.
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(cfr. Mt 24,42; Lc 12,36-38)
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35 |
Así pues, estén atentos porque no saben cuándo va a llegar el dueño de casa, si al anochecer o a medianoche o al canto del gallo o de mañana;
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36 |
que, al llegar de repente, no los sorprenda dormidos.
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37 |
Lo que les digo a ustedes se lo digo a todos: ¡Estén atentos!
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