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Mateo
Capítulo 
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Parábola de las diez jóvenes
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1 |
Entonces el reino de los cielos será como diez muchachas que salieron con sus lámparas a recibir al novio.
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2 |
Cinco eran necias y cinco prudentes.
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3 |
Las necias tomaron sus lámparas pero no llevaron aceite.
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4 |
Las prudentes llevaban frascos de aceite con sus lámparas.
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5 |
Como el novio tardaba, les entró el sueño y se durmieron.
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6 |
A media noche se oyó un clamor: ¡Aquí está el novio, salgan a recibirlo!
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7 |
Todas las muchachas se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas.
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8 |
Las necias pidieron a las prudentes: ¿Pueden darnos un poco de aceite?, porque se nos apagan las lámparas.
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9 |
Contestaron las prudentes: No, porque seguramente no alcanzará para todas; es mejor que vayan a comprarlo a la tienda.
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10 |
Mientras iban a comprarlo, llegó el novio. Las que estaban preparadas entraron con él en la sala de bodas y la puerta se cerró.
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11 |
Más tarde llegaron las otras muchachas diciendo: Señor, Señor, ábrenos.
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12 |
Él respondió: Les aseguro que no las conozco.
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13 |
Por tanto, estén atentos, porque no conocen ni el día ni la hora.
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14 |
Es como un hombre que partía al extranjero; antes llamó a sus sirvientes y les encomendó sus posesiones.
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15 |
A uno le dio cinco bolsas de oro, a otro dos, a otro una; a cada uno según su capacidad. Y se fue.
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16 |
Inmediatamente el que había recibido cinco bolsas de oro negoció con ellas y ganó otras cinco.
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17 |
Lo mismo el que había recibido dos bolsas de oro, ganó otras dos.
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18 |
El que había recibido una bolsa de oro fue, hizo un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
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19 |
Pasado mucho tiempo se presentó el señor de aquellos sirvientes para pedirles cuentas.
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20 |
Se acercó el que había recibido cinco bolsas de oro y le presentó otras cinco diciendo: Señor, me diste cinco bolsas de oro; mira, he ganado otras cinco.
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21 |
Su señor le dijo: Muy bien, sirviente honrado y cumplidor; has sido fiel en lo poco, te pongo al frente de lo importante. Entra en la fiesta de tu señor.
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22 |
Se acercó el que había recibido dos bolsas de oro y dijo: Señor, me diste dos bolsas de oro; mira, he ganado otras dos.
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23 |
Su señor le dijo: Muy bien, sirviente honrado y cumplidor; has sido fiel en lo poco, te pondré al frente de lo importante. Entra en la fiesta de tu señor.
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24 |
Se acercó también el que había recibido una bolsa de oro y dijo: Señor, sabía que eres exigente, que cosechas donde no has sembrado y reúnes donde no has esparcido.
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25 |
Como tenía miedo, enterré tu bolsa de oro; aquí tienes lo tuyo.
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26 |
Su señor le respondió: Sirviente indigno y perezoso, si sabías que cosecho donde no sembré y reúno donde no esparcí,
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27 |
tenías que haber depositado el dinero en un banco para que, al venir yo, lo retirase con los intereses.
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28 |
Quítenle la bolsa de oro y dénsela al que tiene diez.
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29 |
Porque al que tiene se le dará y le sobrará, y al que no tiene se le quitará aun lo que tiene.
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30 |
Al sirviente inútil expúlsenlo a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el crujir de dientes.
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El juicio de las naciones
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31 |
Cuando el Hijo del Hombre llegue con majestad, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria
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32 |
y todas las naciones serán reunidas en su presencia. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
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33 |
Colocará a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda.
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34 |
Entonces el rey dirá a los de la derecha: Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
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35 |
Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron,
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36 |
estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y me vinieron a ver.
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37 |
Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber,
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38 |
emigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos?
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39 |
¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte?
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40 |
El rey les contestará: Les aseguro que lo que hayan hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mí.
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41 |
Después dirá a los de su izquierda: Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.
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42 |
Porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber,
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43 |
era emigrante y no me recibieron, estaba desnudo y no me vistieron, estaba enfermo y encarcelado y no me visitaron.
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44 |
Ellos replicarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, emigrante o desnudo, enfermo o encarcelado y no te socorrimos?
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45 |
Él responderá: Les aseguro que lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me lo hicieron a mí.
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46 |
Éstos irán al castigo perpetuo y los justos a la vida eterna.
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