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Mateo
Capítulo 
1 |
Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos, para expulsarlos y para sanar toda clase de enfermedades y dolencias.
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2 |
Éstos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Santiago de Zebedeo y su hermano Juan;
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3 |
Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago de Alfeo y Tadeo;
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4 |
Simón el cananeo y Judas Iscariote, el que incluso le traicionó.
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5 |
A estos doce los envió Jesús con las siguientes instrucciones: —No se dirijan a países de paganos, no entren en ciudades de samaritanos;
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6 |
vayan más bien a las ovejas descarriadas de la Casa de Israel.
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7 |
Y de camino proclamen que el reino de los cielos está cerca.
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8 |
Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios. Gratuitamente han recibido, gratuitamente deben dar.
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9 |
No lleven en el cinturón oro ni plata ni cobre,
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10 |
ni provisiones para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bastón. Que el trabajador tiene derecho a su sustento.
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11 |
Cuando entren en una ciudad o pueblo, pregunten por alguna persona respetable y quédense en su casa hasta que se vayan.
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12 |
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz;
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13 |
si la casa lo merece, entrará en ella la paz; si no la merece, esa paz retornará a ustedes.
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14 |
Si alguien no los recibe ni escucha el mensaje de ustedes, al salir de aquella casa o ciudad, sacúdanse el polvo de los pies.
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15 |
Les aseguro que el día del juicio Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que aquella ciudad.
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Advertencia de persecuciones
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16 |
Miren, yo los envío como ovejas en medio de lobos: sean astutos como serpientes y sencillos como palomas.
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17 |
¡Cuidado con la gente!, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas.
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18 |
Los harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y los paganos.
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19 |
Cuando los entreguen, no se preocupen por lo que van a decir;
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20 |
pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre hablará por ustedes.
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21 |
Un hermano entregará a la muerte a su hermano, un padre a su hijo; se rebelarán hijos contra padres y los matarán.
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22 |
Serán odiados por todos a causa de mi nombre. Quien resista hasta el final se salvará.
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23 |
Cuando los persigan en una ciudad, escapen a otra; les aseguro que no habrán recorrido todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre.
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(Lc 6,40; cfr. Jn 13,16; 15,20)
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24 |
No está el discípulo por encima del maestro ni el sirviente por encima de su señor.
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25 |
Al discípulo le basta ser como su maestro y al sirviente como su señor. Si al dueño de casa lo han llamado Belcebú, ¡cuánto más a los miembros de su casa!
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26 |
Por tanto no les tengan miedo. No hay nada encubierto que no se descubra, ni escondido que no se divulgue.
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27 |
Lo que les digo de noche díganlo en pleno día; lo que escuchen al oído grítenlo desde los techos.
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28 |
No teman a los que matan el cuerpo y no pueden matar el alma; teman más bien al que puede arrojar cuerpo y alma en el infierno.
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29 |
¿No se venden dos gorriones por pocas monedas? Sin embargo ni uno de ellos cae a tierra sin permiso del Padre de ustedes.
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30 |
En cuanto a ustedes, hasta los pelos de su cabeza están contados.
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31 |
Por tanto, no les tengan miedo, que ustedes valen más que muchos gorriones.
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32 |
Al que me reconozca ante la gente yo lo reconoceré ante mi Padre del cielo.
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33 |
Pero al que me niegue ante la gente, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo.
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Radicalidad del seguimiento
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34 |
No piensen que he venido a traer paz a la tierra. No vine a traer paz, sino espada.
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35 |
Vine a enemistar a un hombre con su padre,
a la hija con su madre, a la nuera con su suegra;
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36 |
y así el hombre tendrá por enemigos a los de su propia casa.
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37 |
Quien ame a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; quien ame a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí.
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38 |
Quien no tome su cruz para seguirme no es digno de mí.
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39 |
Quien se aferre a la vida la perderá, quien la pierda por mí la conservará.
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40 |
El que los recibe a ustedes a mí me recibe; quien me recibe a mí recibe al que me envió.
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41 |
Quien recibe a un profeta por su condición
de profeta tendrá paga de profeta; quien recibe a un justo por su condición de justo tendrá paga de justo.
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42 |
Quien dé a beber un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por su condición de discípulo, les aseguro que no quedará sin recompensa.
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